viernes, 7 de febrero de 2020

Sobre la falta de empatía de los jugadores

Una de las situaciones que más frustran cuando eres director de juego es la falta de atención por parte de la mesa. Y es que hay jugadores que creen que cuando el foco no está directamente sobre sus cabezas no tienen que hacer nada, que son libres de levantarse a buscar no sé qué mierda o ponerse a ver un vídeo en el móvil y romper la concentración de la mesa. Y eso me pone de los ner vios.


El problema de esto va más allá de romper el maravilloso círculo mágico. La ponzoña del acto va a parar directamente al corazoncito del Dj que, a pesar de que pudiese parecer frío y calculador o duro y asesino desde fuera, es un corazón blandito y débil que necesita el calor de sus jugadores para sobrevivir. Este ataque de maldad nos golpea en la mandíbula y nos desconcentra a veces por el resto de la sesión.

Claro, la solución es hablarlo, y ojalá fuésemos todos lo suficiente maduros como para poder hacerlo y que todos entendiésemos a todos. Pero el mundo no es tan bonito, a veces aunque se diga, el aludido no tiene opinión al respecto o responde "Sí, si te estaba escuchando". Y seguidamente, como si fuese para restregarlo, vuelve a hacer una interrupción del mismo estilo.

Hay veces en que otra sección de la mesa está de tu parte, y eso resulta alentador, pues os aliáis y ya son de dos flancos de donde vienen las llamadas de atención. Otras veces ocurre lo contrario; cuando esto ocurre os daré un consejo (que es mi mierda de opinión, pero este es mi blog y digo lo que quiero) abandonad la partida, porque va a ser un verdadero infierno.

Posponer el día de la partida

A veces pasa que, por circunstancias vitales, hay que pasar bastante tiempo sin jugar a rol, aparcando partidas y dejando intrigas sin resolver. Hay que tener cuidado con esto, porque a veces puede ocurrir que estos largos periodos de sequía rolera pueden exasperar al Dj (también a jugadores). Consiguiendo que aparezca la sombra del buitre de la agonía desquiciante y juguetee con el cadáver de la partida abandonada.

Pero el verdadero terror es el que surge en el fondo de la mente de Dj paranoico y es el pensamiento más cruel que puede tener un director sobre sí mismo:
"No les gusta la partida, tírala, bórrala. No les gusta y no se va a volver a continuar, es inútil. La he vuelto a cagar. Y ya tenía material para unas cinco sesiones, todo el trabajo al traste".

Poco consuelo hay cuando un Dj se dedica pensamientos de este estilo de manera sincera. Y es posible que tenga razón, que la partida sea un truño y que está mejor con una piedra en el estómago en el fondo del río. Eso no lo podemos saber. A no ser que preguntes a tus jugadores; eso sí, con confianza y sin tapujos. Y si resulta que es una mierda, pues era una mierda, a la mierda! No te hundas, empieza de cero y piensa qué has hecho para que tus jugadores se aburran. Pero lo dicho, lo más probable es que sean paranoias, y que la única persona preocupada por la continuidad de la partida eres tú, ya que los demás dan por hecho de que seguirá en su momento.

Si eres el único preocupado por la continuidad de la partida, vamos mal. La partida no es tu bebé, es el bebé de todos, y si no la sienten suya es que no están participando activamente en su construcción y desarrollo. Y esto se puede aplicar tanto a jugadores como a directores.

Gracias por leer esta cosa a la que llamo entrada de blog. Tienes permiso para despellejar a quien quieras (figuradamente) en los comentarios.

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